9 de octubre de 2018

Lady Liberty


Sonia Gutiérrez nunca compartió el patriotismo de Elizabeth Walton-Wright. Aunque amaba a su país, también amaba al México natal de sus padres, y comprendía con agudeza las cargas adicionales que la cultura estadounidense imponía a sus ciudadanos minoritarios. No compartió el orgullo de Donna Mason, después de haber soportado años de acoso primero por ser aparentemente un niño afeminado, y más recientemente por ser una persona transgénero mujer. Lo que sí compartió con esas mujeres fue la compasión y la necesidad de conducir para ayudar a los demás en cualquier momento y lugar, y esa compasión brilló como un faro para el Espíritu de la Libertad.

Cuando Sonia se apresuró a detener un asalto, una noche mientras caminaba a casa, el Espíritu siguió esa brillante luz. Una lluvia de disparos que debió haber terminado con la vida de la joven en lugar de eso, rebotó inofensivamente fuera de su piel, y después de someter a los atacantes y consolar al joven que había salvado, comenzó a reconocer el manto que se había asentado sobre sus hombros.

Con las noticias de diferentes partes del mundo acerca de extraños objetos apareciendo de la nada en el cielo y la Ley Moore restringiendo a los vigilantes y metahumanos en Freedom City, nunca antes se necesitó tanto de la dama de la libertad.

¿Será Sonia capaz de llevar un legado de una heroína perdida por casi 30 años?

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