Nadie conoce
el verdadero origen de la magia.
Los registros
más antiguos tendrán unos 10 mil años, respecto de un grupo conocido como el
“Consejo de Magia” integrado por doce
individuos cuyo nombre o identidad no han sido clarificados del todo.
Dicho Consejo
parecía regular las diferentes formas en que se manifiesta la magia, siendo los
12 magos más poderosos de todos.
Se sabe que
en algún momento un Mago conocido como Uhk-Mat Al-Tarod (a veces encontrado
como Ahmed Al-Tairod o Ahmed Altair) se rebeló ante el consejo, desatando lo
que ha sido llamada la “Primer Guerra Mágica”
El final de
esta guerra es la causante de que existan diferentes Reinos o Mundos Mágicos,
así como la mítica “Nexus”, la prisión de los magos.
Mientras
existen diversos puntos de vista para abarcar el estudio de la Magia y lo
Arcano, todos los estudiantes aprenden que la magia es una fuerza de cambio.
Cualquiera
puede intentar practicar magia, pero solo unos cuantos tienen la capacidad para
canalizar tanta energía capaz de moldear la realidad.
Son las
palabras adecuadas, los gestos correctos y la fuerza de las metáforas las que
dan forma al universo. Esa es la esencia de la magia.
-Del Grimorio de los Secretos
El mundo mágico guarda miles de secretos y se conecta con mundos místicos y míticos, con seres de naturalezas varias y que muchas veces viajan entre mundos, interconectándose con este mundo.
Magos
Hechiceros, Brujas, Taumaturgos, Médiums y Adivinos (por mencionar algunos) son personas que han aprendido a aprovechar y controlar las fuerzas mágicas, lo que les permite lazar varios tipos de hechizos. La capacidad de utilizar la magia es una habilidad aprendida, aunque no todo el mundo tiene la voluntad, talento, o dedicación para aprenderla. De hecho, los magos tienden a ser un grupo raro y selecto, aunque hay a menudo muchos diletantes de menor importancia y simples adeptos en comparación con los verdaderos maestros de las artes místicas.
Facultados mágicamente
Algo o alguien pueden dotar deliberadamente a un individuo con poderes mágicos. Una deidad, magos antiguos, brujas, ángeles, demonios, espíritus y otras entidades místicas, junto con objetos mágicos sintientes son algunas posibilidades. El empoderamiento mágico puede ser pensado como una maldición más que un regalo. Un buen ejemplo es la maldición de la licantropía o luchar contra el control que intenta ejercer la entidad mística atrapada en un objeto facultado con poder mágico.
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